Los vinos chilenos son de excelencia a nivel mundial, y no existe nada mejor que una buena copa de vino en la mesa familiar para brindar en celebraciones y festividades. En Chile somos fanáticos de sus cosechas, por lo que en esta oportunidad conocerás algunos de los favoritos de la carta, junto con su místico proceso de elaboración.
CLASIFICACIÓN Y ORIGEN DE VINOS DE CHILE
La producción de vino nace de la “uva del país”, que es la cepa más cultivada en Chile y que fue traída por los conquistadores españoles en el siglo XVI, lo que originó la existencia de las distintas cepas que se conocen hoy con preferencias internacionales como el chardonnay, sauvignon blanc, cabernet sauvignon, merlot, además de otras reciente, es el caso de carmenere y syrah.
La mayoría de los vinos producidos en Chile mantienen un atributo que indican las cepas específicas de la región en la que se cultivan. Es más, de los casi mil 300 millones de litros de vino declarados en el 2018, el 81,6% corresponde a vinos con denominación de origen en los diversos valles del país, que van desde la desértica región de Atacama (Valles de Copiapó y El Huasco), hasta la zona sur con el emergente Valle de Osorno. No obstante, el lugar más conocido donde se producen vinos nacionales D.O. continúa siendo el Valle Central.
Al igual que lo anterior, los vinos chilenos espumosos, que cada día son más demandados gracias a su cuerpo, vibrantes burbujas y aroma ¿Te gustaría celebrar hoy?
ALGUNOS TIPOS DE VINOS CHILENOS
- Sauvignon Blanc: esta uva blanca de piel verdosa es la cepa con la mayor cantidad de hectáreas de cosecha en Chile, debido a su característico color y aroma, ideales para acompañar aperitivos, platos picantes, mariscos, pastas, pescados y queso de cabra, entre otros. La temperatura ideal para servir es entre los 8,5 y 10 grados Celsius.
- Chardonnay: es una cepa proveniente de la región de Borgoña en Francia, uva blanca destacada por su acidez y potencia, por lo que es usada como acompañamiento para pastas, carnes blancas y productos del mar.
- Cabernet Sauvignon: se cultiva en Chile desde hace 150 años, y con ella se producen vinos tintos frutosos y concentrados, de marcado aroma a grosella negra y eucalipto, se suele acompañar con carnes a las brasas.
- Merlot: cultivado en la zona sur y la cordillera del país con ambientes fríos debido a su capacidad de acumular azúcar, es considerado el hermano menor del Cabernet, utilizado para merendar con guisos o cordero a la parrilla.
- Carmenere: de gran complejidad y elegancia, se caracteriza por su intenso color rojo granate, aromas a frutas rojas, tierra húmeda y especias. Los platos típicos chilenos se suelen acompañar con esta clase de vino.
- Syrah: se dice que sus uvas llegaron en 1984, de ellas nacen vinos de gran tamaño y potentes aromas a frutos negros en los climas tibios y una especie más picante y compleja en climas fríos.
- Pinot Noir: uvas de piel fina con y un color violeta intenso que brinda un jugo dulce prácticamente incoloro, sus pequeños racimos que parecen un “pino negro” invertido dan origen a su nombre. Conoce nuestro formato pequeño 375 ml de Pinot Noir Litoral 2018.
- Garnacha: gracias al tamaño mediano de la uva y una piel violeta oscura, sus bayas se clasifican como jugosa y libre de pigmentación, además de ser una cepa muy fértil y de alta de buena producción.
- Gewurtzaminer: con esta cepa blanca, el vino se torna de una tonalidad amarilla con destellos, acompañado de un aroma más primaveral y un concentrado más cremoso. Es ideal para acompañar sushi, recetas asiáticas e incluso postres.
- Riesling: cultivado en zonas más frías, su fruto de tono verdoso a dorado, convierten al vino en algo fresco y ligero al paladar, además con agradable aroma cítrico desde lo más profundo de su concentrado. Es el mejor amigo de las carnes sazonadas al picante. ¡Disfruta la experiencia!
INFLUENCIA VITIVINÍCOLA
El suelo chileno se puede considerar el paraíso para la elaboración de vinos, abarcando casi todo el territorio nacional, con sus diversos climas que permiten la producción de una amplia variedad de vinos. ¡Brindemos por ello!
DÍA DEL VINO
Tras la firma presidencial en 2015, cada 4 de septiembre en Chile se celebra el Día Nacional del Vino. Sin embargo, este día significa mucho más que solo alzar la copa, se trata del reconocimiento que la industria vitivinícola recibe como un generador de empleos en el agro nacional y con una mesa de más de 1.800 millones de consumidores en el mundo entero.
El Día del Vino se celebra a lo largo de todo el territorio nacional, y no es para menos, pues junto con ser motivo de la influencia económica que aporta al país, posee el cuarto lugar en el ranking de exportación de vinos a nivel mundial. Para festejar estos grandes logros, por lo general Casa Marín realiza tours, charlas y degustaciones en torno a la producción de vinos y sus diferentes cosechas.